Maldita la hora

O eso debió pensar Peter cuando tras una amplia victoria salía a celebrarlo al balcón frente al populacho y escuchó eso de: “Con Rivera no”.

Aunque parezca mentira, gran parte de los votantes del PSOE creen fehacientemente que están votando a un partido de izquierdas. Pero lo cierto es que desde hace muchas décadas no queda ni un izquierdista en el partido, es más, no queda ni un socialista.

El espectro político español, arrastrado por la economía, Unión Europea, BCE, FMI, bancos y mundo empresarial y financiero ha ido virando a la derecha  muy progresivamente desde los ochenta. El PSOE, para contentar a los verdaderos amos del mundo, fue abandonando poco a poco el territorio de la izquierda, olvidando sus objetivos y dejando (expulsando, o marginando) a los verdaderos socialistas. Lo que intento decir es que el PSOE ha ido perdiendo su identidad real de partido de izquierdas para acoplarse en el juego del mercado económico y monetario.

Esto ha sido tan progresivamente que ha dejado a mucha gente desconcertada, pensando que votan a la izquierda por votar al PSOE (que en su momento lo fue) y luego encontrándose con medidas y actitudes más bien alienadas con la derecha y los poderes fácticos que gobiernan el mundo (contra los que supuestamente venía a luchar allá por los ochenta).

El PSOE no va a cambiar nada, ni regenerar, ni plantar cara al poder, ni incomodar a nadie poderoso. No lo hizo en anteriores ocasiones y muchos menos lo va a hacer ahora. Es más, no solo no plantará cara, sino que se aliará con ellos, como hizo igualmente en anteriores ocasiones.

De esto nace ese desconcierto entre sus votantes. Esa desubicación de tantos. 

Con Rivera no, Con Rivera no, Con Rivera no.

Intentaré ser lo más claro posible. Aquella maldita hora en que Peter salió a recibir su caluroso baño de masas, todos, absolutamente todos, sabíamos que la bisagra para hacer gobierno se entornaba en dos socios prioritarios (ambos ya habían llegado a acuerdos con ellos en otras ocasiones), y esos socios eran los Bolivarianos proetarras come bebés que no se lavan de Podemos, o los buenos chavales arreglados guapos y de buen vestir de Ciudadanos (versiones ambas inceptionadas de los medios).

La gente aun así, dentro de este desconcierto y manipulaciones mediáticas, tiene clara dos cosas. 

La primera, Podemos sí se parece más a un partido de izquierdas, que arrastra (como ya ha hecho) al PSOE a medidas sociales: subidas salariales, bajas paternales, regulación anti-especulación en vivienda…Todos, hasta el más idiota sabe a qué ha venido Podemos a este juego, y todos saben qué es lo que le va a pedir al PSOE si se juntan: medidas sociales, protección y aseguración de las pensiones, de la sanidad pública, de la educación pública, medidas para mejorar condiciones laborales… Medidas todas de izquierdas para la protección de la clase trabajadora. Todos saben que no debe cuentas a banqueros, empresarios y a ningún poder financiero, empresarial o económico. 

Y la segunda cosa, es que todo el mundo también sabe a qué ha venido Ciudadanos a este juego: contentar a las élites financieras y empresariales del país. Están aquí para velar  por los intereses de la CEOE, del IBEX, banqueros, accionistas, multinacionales y grandes fortunas. Y no les culpo, ellos se tachan de neoliberales, y como buenos neoliberales siguen la premisa de: “si a ellos (ricos) les va bien, el beneficio que obtengan todos estos entes de poder repercutirá hacia los más pobres”. Lo que pasa es que eso no ha pasado nunca, y es mentira. Los beneficios siempre son privados, y la deuda siempre es pública.

Estas dos cosas más o menos las tenemos claras casi todos los españoles, o por lo menos gran parte de los votantes del PSOE, y es de ahí, de donde surge el “Con Rivera no”. La gente que se considera de izquierdas y vota al PSOE prefiere el pacto con Podemos porque sabe hacia dónde arrastrara al PSOE. Y como los propios votantes del PSOE son más de izquierdas que cualquier miembro del partido, quieren un pacto con la opción morada antes que con nadie. El “Con Rivera no” en verdad es un: “Pacta con el coletas y deja de hacer el Bartolo ya”.

En este caso, el problema no es Podemos, ni Ciudadanos, ni ese populacho gritando. El problema es lo que pasaba por la cabeza de Pedro Sánchez en aquel preciso momento:

Peter pensando: “Pero…pero qué mierdas dicen de que con Rivera no…joder y es en directo, mierda lo está escuchando toda España…joder joder, que se callen. Si Rivera es con quien yo quiero pactar, me la están liando…madre mía, si yo he venido aquí para contentar a mis acreedores bancarios y empresariales, y si no pacto con el patito naranja me van a presionar, y el puto coletas no me lo va a permitir…por favor callaos de una puta vez…maldita la hora en que he salido a saludar…maldita la hora”

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