Cómo dijo en su día Julio Anguita, vivimos en una “no dictadura”, queriendo así no llamar al sistema “democracia”. Alegaba que no podemos llamar “democracia” a un sistema donde no gobiernan realmente los mandatarios que vota el pueblo. Refiriéndose a su vez, a esos poderes fácticos que presionan a gobiernos y son los que en verdad dictan el rumbo de un país. Esos entes de poder que mueven como marionetas aquellos que nos piden el voto. ¿Dónde queda la soberanía de un país, cuando se quiere aplicar una medida y llega el BCE, FMI, CEOE y UE y lo veta?, es más imponen ellos sus medidas. ¿Dónde está ese patriotismo entonces, esas banderas y orgullo nacional?, os lo digo yo: vendido al mejor postor, vendido al capital.
Hemos perdido la perspectiva del flujo de poder. El que emana del pueblo a un político, y el político lo cede ilegalmente a intereses diversos, sin pensar en el beneficio del pueblo nunca. Siempre a gusto de los poderosos y olvidando a los que le dan el poder (votantes trabajadores pobres).
Empiezo con esta reflexión, pero no es el objetivo del artículo. No vamos a entrar a redescubrir quiénes son los verdaderos amos del mundo y sus marionetas con traje que te piden el voto.
Hoy quiero reflexionar sobre el espectro político Español. Los medios no venden lo siguiente;
Y en verdad es así:
Podemos ver cómo la derecha es una agujero negro que arrastra a todos. Ahora aparecer Errejón o LLamazares, con sus nuevos partidos, diciendo que hay que pactar con ciudadanos si hiciese falta. El supuesto nuevo partido de izquierdas, desde antes de nacer ya se está rindiendo. Ya está siendo arrastrado a ese agujero negro derechoso.
La política, siempre influenciada por el sistema financiero, arrastra a los partidos a la derecha, no solo en lo político, sino en lo económico (neoliberales) para amoldarse a los caprichos de la bolsa y mercados. Cómo decía Julio, ajustarse a los deseos de sus amos olvidando el intereses de los ciudadanos (que es de dónde debería emerger el poder), a esto no se le puede llamar democracia.
Nadie escapa de gargantúa, de ese agujero negro. Absorbe cualquier atisbo de luz. Incluso la de Podemos, que en su día venia a cambiar el juego, y a día de hoy es prácticamente un partido más, institucionalizado dentro del sistema. Si se tienen que ver con el Rey se ven, ahora ya la constitución está bien, ya no hace falta un cambio urgente y admiten las reglas del juego, y parece que ya han cruzado línea de meta y no hace falta cambiar todo…solo algo, alguna pincelada. Sin hablar de que vino a destruir el bipartidismo y ha pactado (o intentado) pactar con el. Aun así, es la opción más a la izquierda en este panel de juego.
Siguen siendo el único partido que no tiene que dar cuentas a los bancos, no son siervos ni están a la órdenes del sistema financiero, también son los únicos que abiertamente dicen apoyar medidas para favorecer a los más desfavorecidos y clase trabajadora. No dudo que lo hagan, o por lo menos lo intenten, pero ya es demasiado tarde, están encajados dentro del sistema, están en la espiral del agujero negro de derechas, pronto serán una copia del PSOE, como Cs lo es del PP. Marcas B, alternativas ficticias de sus primos lejanos (y cercanos). No hay ningún risco de izquierda dónde agarrarse, y ellos lo saben; o se adaptan o mueren.
La izquierda se extingue. O mejor dicho, los mandatarios y partidos de izquierda se extinguen. Te dejan que elijas al final a una opción, la menos de derechas, pero una opción de derechas y liberal. Que alabe al Rey, al sistema y contente a los amos neoliberales.
No queda nadie, no queda Alguien.
Alguien que quiera cambios reales (no mejoras: cambios). Alguien que quiera una nueva república (sin mirar atrás) que este cansado de financiar lujos y vicios de la realeza, y costear robos y desfalcos de políticos. Alguien, que no quiera que el poder del país esté sometido a unos señores sentados en bruselas, o a un grupo de codiciosos banqueros, o a una señora en un despacho de alemania.
Alguien que quiera justicia. Alguien que quiera igualdad. Alguien que quiera recuperar el dinero regalado a los bancos, alguien que luche contra el fraude fiscal y empresarial. Alguien que quiere que todos, hasta el más pobre, tenga derecho (igual que el más rico) a la misma calidad sanitaria, educación, servicios sociales, oportunidades, acceso a vivienda, mercado laboral y vida plena.
Alguien que quiera acabar con la brecha entre los que tienen mil millonadas y los que no tienen nada. Alguien que quiera una justicia justa, que castigue a los delincuentes con proporcionalidad. Alguien que quiere medios limpios. Alguien que prefiera un pueblo inteligente a borregos sumisos e ignorantes. Alguien que no siga lo dictado por el capital. Alguien que valore más, el valor humano que el del dinero. Alguien que odie las guerras, la producción armamentista y rechace frontalmente invasiones a países lejanos y pobres. Alguien a quién realmente le importen los trabajadores, jubilados y estudiantes, y no solo venda palabras vacías y medidas contradictorias.
No queda nadie. No queda Alguien así. Alguien así ya no existe en el panorama político, y cómo los Skywalker, la izquierda se extingue y desaparece.
