Pito, pito, gorgorito

Vamos a cambiar de tema, ya son muchos post hablando del asqueroso y pestilente mundo de la informática. Hoy quiero hablar de un tema bastante cotidiano; la hora de ponerse a la cola en el cajero (ya sea del día, mercadona, burger o cualquier comercio) y que esa caja sea la peor y más desastrosa del mundo. Esto es algo que nos ha pasado a todos alguna vez, pero quería confesar que yo tengo un superpoder especial; elija el cajero que elija siempre va a pasar algo que retrasa de manera sensible a la cajera.

Ojo, no estoy criticando a los cajeros o cajeras, hacen un gran trabajo y todo lo mejor que pueden. Lo que critico es mi mala suerte y a veces la ineptitud de algunos consumidores, que desgraciadamente siempre coincido con ellos. Bueno, cómo iba diciendo, todos nos hemos puesto alguna vez hacer cola en algún tipo de cajero y justo nos ha tocado caer en el cajero lento. Es lo típico, vas al Alcampo, ves seis cajeros y uno que tiene 3 personas, pues te vas a ese, esperando que la cola avance rápido. Pues no. Zasca! 15 minutos de reloj para comprar unas zanahorias. Esto es algo que todos hemos vivido. Yo ya no aplicó la regla de “voy al cajero que menos gente tenga”, simplemente se que me da igual, me ponga donde me ponga la cago, se que pasará algo que me tendrá unos minutos ahí parado.

Os contare varios casos. Un día me puse en un cajero del Mercadona, había abiertas cómo cuatro cajas, todas con más o menos 2 o 3 personas. Por esta época yo ya sabia que era gafe de cajeros, así que dije, total me da igual “pito pito gorgoito”; me puse en una fila con dos personas por delante, cuando el primero paso el segundo tras hacer una compra de varias toneladas llegó a pagar y su tarjeta no funcionaba ( he de decir que yo solo llevaba una pizza congelada y unas patatas fritas), el señor lo intentó pagar, la cajera le pasó la tarjeta de lado, de arriba, por abajo, le faltó metersela por el canalillo. El señor comenzó a llamar al banco, por que claro su tarjeta no iba, y eso no era admisible. Suerte que la cajera vio que la tarjeta era muy nueva y le digo aquel ser “Oye, ¿la has activado?”…tachan!, vas a un mercadona de Madrid, eliges una caja, te pones vuelcas ciento cincuenta euros en comida y cuando vas a pagar tu tarjeta no funciona, y quién está justo detrás…adivinad.

No solo esto, siempre pasa lo mismo, el típico señor que está delante de ti, lleva una cafetera nesspreso y cuando le dicen ciento ochenta euros, monta la de dios por que lleva cuatro tapas de nescafe que aseguran le descuentan diez euros para comprar su nesspreso. La señora que llega con la niña y pasa una tacita de Frozen la cual no tiene código de barras, la cajera se pone nerviosa, se le cae la taza y la hace añicos, tiene que llamar estresada a su compañera para que traigan otra puta taza del puto “Olaft y justo vaya, no hay tacita, la niña rompe a llorar y la madre dice que busquen otra taza en el almacén,  y yo mientras tanto viendo esto con un paquete de bolis en la mano que quería pagar( un maldito paquete de bolis).

Una tarde cualquier, en un día, llegas tan feliz, compras la leche y quieres volver a casa porque estás hasta los cojones de currar, pues bien la señora de delante no se le ocurre otra cosa que querer pagar con un billete falso que asegura acaba de sacar del cajero, ¿adivinad quién se puso detrás de esa señora?

Y no solo pasa esto en los comercios. Llegas petado al cine, la peli empieza a las diez y son menos cinco, hay una cola de varias decenas de personas, pero cómo has ido hasta allí dices, “ya por mis cojones entro”, aunque me pierda los putos trailers. Te comes la espera, que asombrosamente dura poco, a las diez y cinco estas a solo un paso de conseguir tu jodida entrada para ver esa peli que tantas ganas tienes. Bien la última persona antes de mi es una pareja de ancianitos adorables, que cuando se acercan a la taquillera le dicen “hija mía, que películas tenéis hoy, que nos recomiendas”….imaginaos el resto, unos cinco minutos de; esa esta muy bien, esa es un royo, esta es romántica, esta de miedo. Y yo preguntándome “¿sabrán lo que es una cartelera?”

Podría escribir casos y casos, solo tengo que bajarme a cualquier comercio comprar lo que sea y ponerme alguna cola, y es cómo magia, algo sucede; el cajero no tiene cambio, el producto tiene descuento y no se aplica, el comprador no tiene el dinero justo y le falta, la caja se queda sin papel, el producto no tiene código de barras, la cajera justo hace el cambio de turno y la otra del relevo no puede fichar, el dos por uno no se aplica correctamente al producto, justo cuando va a pagar se da cuenta de que la sudadera tiene un roto y corre a buscar otra, se le cae el monedero con mil millones de monedas de un céntimo, el de seguridad decide registrar la mochila del comprador, el cajero se rompe y no puede cobrarte justo a ti, se dan cuenta cuando van a pagar que se han dejado la cartera en el coche, se dan cuenta que han olvidado a su hijo perdido en uno de los laberínticos pasillos del Ikea, descubren al pagar que su tarjeta está caducada…estas y mil casos más me han pasado. Se que es difícil de creer, pero os invito a que me acompañéis a cualquier cajero y podáis presenciar mi superpoder.
Para acabar invitaros a que comenteis esta entrada contando vuestra experiencia más rocambolesca a la hora de pagar en un caja! Espero vuestros comentarios! Saludos a todos!

Leave a Comment

Your email address will not be published.

*

9 Trackbacks