¿Niñatos con móvil?

Cansado de oír a cuñados, personajes y medios lanzar pullas contra las nuevas generaciones, he pensado que no estaría mal escribir sobre ellos. Los jóvenes y los que aún están por venir.

A diario los medios, los cuales influyen brutalmente en gran parte de la población de este país (sobre todo en personas de alta edad e ignorantes) apabullan y apedrean a “nuestras nuevas generaciones”: Esos putos vagos que están todo el día con el móvil, no saben nada (como Jon Snow) y mira cómo tienen a España, vaya juventud que tenemos, vaya porvenir.

Realmente, la culpa de que el país esté como está no la tienen los chavales de dieciocho años, ni los de veintipocos, ni los que aún van a párvulos. No os dejéis engañar por Gusana Griso, Ama Rosa, o el eterno bufón de pelo anaranjado y sin humor;  la culpa de que el país esté como está, es por las “generaciones previas”.

Si lo miramos objetivamente, los jóvenes de hoy en día son la generación más preparada, un chaval de dieciocho años de hoy en día tiene muchas más habilidades y posibilidades que uno de hace cincuenta o sesenta años.

Y no solo esto, sino que además son víctimas de un sistema que parece estar confabulando contra ellos: experimentan un paro brutal, les piden experiencia para trabajar que no hay por dónde cogerla, les explotan por doquier, nadie cree en ellos, sin acceso a viviendas dignas…y todo ello incluso estando cualificados, es decir, no hablamos de garrulos o el típico porreta de barrio que anda con la vespa de “aquí p’allá” (que también), hablamos de todos los espectros sociales de la clase trabajadora joven.

Como digo, el sistema está en su contra; los partidos políticos pasan de los jóvenes, no invierten un duro en ellos, no los tienen en cuenta para nada, y ya casi ni se tienen que preocupar por rascar el voto joven. Ya que entre los jóvenes se lleva la abstención ante tanto ostracismo sistemático.

“Vaya generación de niñatos, han destruido el país”

Comenta un abuelo en el parque. Cuando realmente los que especularon con la vivienda y causaron a crisis no son esos malditos niñatos. Tampoco son los que mantuvieron a corruptos en las poltronas, votando una y otra vez al bipartidismo. Tampoco fueron los jóvenes los que se endeudaron hasta la médula y concedieron créditos a lo loco y sin sentido. Y cómo no, tampoco eran los jóvenes de hoy en día los que pasaron de formarse y estudiar, y dedicarse a trabajar en la construcción o especular con el ladrillo en busca de dar el pelotazo del mes.

Sin embargo se culpa a los jóvenes. Se les culpa por irse del país al extranjero en busca de nuevas oportunidades, se les culpa por no tener hijos, por no invertir, por no emprender y por ser pobres y vagos.

Ahora os hago una pregunta. ¿Existe alguna cadena televisiva, serie o programa serio para las nuevas generaciones? Que sea para ellos, por ellos y enfocado a ellos, serio, con rigor…. ¿Sálvame? ¿Gran hermano? ¿El hormiguero? ¿Got Talent? ¿Mira quién cocina? ¿Mira quién salta? ¿Mira quién baila hoy? ¿Mira qué famosos vienen a mi casa a fardar?

Ni siquiera tienen un espacio televisivo digno dirigido a ellos. El ostracismo del sistema es total. Y es intencionado, ya que genera una de dos: o bien un lorito sumiso alienado que seguirá el curso de lo establecido sin rechistar, o bien un ignorante al que le dará absolutamente igual el mundo en el que vive. En ambos casos el sistema gana, más vale un idiota que un rebelde con ideales.

Y alguien me dirá: “joder, parecía un artículo en defensa de los jóvenes y ahora les estás poniendo a parir, aclárate puto loser”. Pues sí, es un artículo para que reflexionen esas nuevas generaciones y la crítica más que a los jóvenes, es al generador de estos jóvenes: el sistema. El cual atrapa a esas nuevas generaciones y las deja en nada, polvo, humo…y para colmo, nos mete en la cabeza que ellos son “una generación perdida” y una “generación de mierda, de niñatos con móvil”.

La reflexión es que no es culpa de los jóvenes, ellos son solo una víctima más del sistema voraz, que solo busca poder y control, y para ello necesita legiones de jóvenes alienados y dóciles, lo más mansos y obedientes posible.

Por desgracia, la gran mayoría de jóvenes son simples subproductos diseñados por el sistema para su beneficio.

Ellos no tienen la culpa de lo que tenemos hoy en día, pero sí la responsabilidad de hacer que cambie algún día. Es lo único que les debemos achacar, el despertar, no dejarse engañar y tener espíritu crítico siempre, en busca de un mundo más justo. El sistema ya se encarga con todos sus medios de evitar que despierte esa responsabilidad y espíritu crítico en nuevas generaciones.

Muchos de esos jóvenes, estudien o trabajen, al final de su adolescencia acabarán siendo clase trabajadora, y recordad amigos, que sin nómina no hay paraíso. ¿Y qué les espera ahora, qué tiempos les vienen? ¿Cuatro años de VOX, PP y C’s? o ¿el Psoe ninguneado por sus pactos con Podemos o C’s?.

Eso no les cambia nada, seguirán a la cola, lo menos importante del sistema, personas de segunda categoría. Muchos ni pueden votar, y el sistema confabula para que los que lleguen a la edad, ni les interese votar, y encima, los pocos que lleguen a votar sigan lo establecido, obedientes y bien mandados a meter la papeleta en la urna para que todo siga su curso planificado. Todo atado y bien atado.

No les cambia nada, ni les abre las puertas del paraíso. Si eres joven párate a reflexionar, porque en el futuro que están pensando para ti, tú solo eres un número y una letra sin valor, un simple estorbo, un recurso al que explotar, un saquito de monedas que cuanto más pinchen, más monedas da y encima no se queja mucho. Esto es lo que les espera, y el sistema día a día, nos recuerda el mismo mensaje: más vale que sigas la fila de ovejitas o vendrán a señalarte con el dedo y meterte al redil…por las buenas o por las malas.

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