Bueno, el tema de la semana. Se impone el fichaje en todas las empresas. Todo ello con el principal propósito de “controlar, intentar evitar y reflejar de algún modo” las horas extra, y sobre todo las horas extra regaladas y gratis. Recordemos que somos medalla de oro europea en horas extra y sobre todo en horas extra no pagadas.
No es mala medida, está bien, es un avance y lo aplaudo. Pero no es suficiente.
A día de hoy, trabajadores de centros comerciales, dependientes de tiendas de ropa, camareros, cajeros, reponedores, incluso gorrillas informáticos…todos estos sectores saben que esto no vale. El jefe llega y te dice a las diez de la noche: “ficha puto loser” y sí, fichas, queda registrado que has fichado y tu jornada laboral ha terminado. Pero ni mucho menos. Los que trabajáis o habéis trabajado en estos sectores (hostelería y comercio sobre todo) sabéis perfectamente que tras fichar “oficialmente” viene una hora de recoger, hacer caja, limpieza de local, ordenar y cierre.
Todo ese tiempo regalado. Regalado al empresario para su próximo cochazo de lujo.
Los tornos, e imponer cierto control está bien. Pero control privado sin control oficial, no sirve para nada. Habría que aumentar las inspecciones de trabajo y control del día a día, in situ, en el puesto de trabajo, esto ayudaría mucho más, y multar dolorosamente a las empresas infractoras (para ello hay que perseguirlas y buscar los casos, implica más personal y recursos para inspecciones, cosas que esta medida no incluye). Eso estaría bien. Pero el principal problema lo tenemos los trabajadores y es el miedo, el terrorismo empresarial. Al final el trabajador sigue estando desprotegido, da igual que le pongas torno o no.
Me explico: tu jefe te dice: ficha. Y tú fichas a las diez, con tus nuevos tornos, tarjetas y todas las medidas tecnológicas y legales. ¿Pues vete a las diez, no?. Y aquí viene el miedo, aparece tu jefe: “¿dónde vas, puto loser? ¡Tienes que acabar todo eso!” , y tú con tu nueva medida de fichaje: “ya he fichado jefe, me piro”, y el jefe te dice: “como veas, tengo diez en la puerta aguardando por este curro y si tú no quieres trabajar…tú veras, ¿eh?”, y aunque hayas fichado, sabes que si te vas, te despide, o por lo menos tienes ese miedo…está siempre esa amenaza velada, de poco va a servir tu registro electrónico en el torno, las empresas alegan “bajada de rendimiento voluntaria” y acabas en la calle, sea como sea. Sabes que da igual, la ley no te ampara (porque esta nueva medida tampoco dice nada sobre proteger al trabajador y penalizar a las empresas). Se inventará cualquier excusa o ni eso, si le resultas un empleado rebelde y contestatario acabarás despedido, ya no por no trabajar, o hacer mal tu trabajo, sino por ser un incordio que reclama sus derechos y da la vara con lo de “yo ficho en el torno mis horas oye, no me pienso quedar más”. A ningún “buen” empresario le gustan esos trabajadores (los prefieren dóciles, sumisos y con mucho miedo).
Quizás uno de los grandes cambios, debería ser la mentalidad del empresaurio españistaní. El cual firma contratos con proveedores, otros partners e importantes firmas y son oro, contratazos y hay que respetarlos. Pero cuando firma un contrato laboral, entonces ya no es tan importante, es papel mojado, papel de fumar. Pero que cambie esta mentalidad empresauril es muy complicado, porque pagar horas extra supone menos beneficios, o contratar personal para cubrir esas horas extra sistemáticas (y generar empleo) también supone menos beneficio. Al final, el dinero ciega, y es muy bonito tener trabajadores currando gratis miles de horas al mes, y más si estos trabajadores aceptan y no se quejan porque están acojonados por si les despiden (normal, muchos saben que sin nómina no hay paraíso).
Al final lo que debería imperar más que tornos, mentalidad del empresario o incluso ley, es la propia conciencia laboral del empleado. Somos los primeros que tenemos que negarnos a esta explotación sistemática y regalar horas gratis al ya adinerado empresario.
Mientras no cambie esa mentalidad, pueden poner tornos y tarjetas de fichaje, incluso aumentar las inspecciones de trabajo. De nada va a servir si cuando fiches y te dispongas a irte, llega tu jefe y te dice: “te quedas un poco más que hay que terminar esto, o recoger aquello” y tú vas y agachas la cabeza y te quedas.
Aprovechad los tornos claro que sí, los fichajes y demás, dejando claro que habéis cumplido vuestra parte contractual del contrato y que quedará registrado. Usad estos avances y medidas. Aun así, las represalias de todo buen empresario nacido de la nada, seguro que siguen flotando densamente en el aire si te quieres ir a tu hora y ellos consideran que “tienes que quedarte más” (gratis, por supuesto). Pero no hay que tener miedo, porque éste también esclaviza, no solo el empresario y el sistema.
