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Hoy hablaremos de esas personas que todos los que trabajamos en oficinas nos hemos encontrado alguna vez, su doble moral, su falsa apariencia, su hipocresía, falta de recursos y a las que lo único que les importa es vender imagen y ganar pasta, sea al precio que sea, y pisando a quien tengan que pisar.Para ello escribiré un pequeño relato;
“Se levanta por la mañana, ducha de agua caliente, gomina, traje y corbata. “Listo para el Rock“ piensa el. Conduce su flamante Audi equipado con todos los extra hasta el aparcamiento reservado que tiene en la empresa. Entra en la oficina y lanza un rápido vistazo, todos sus empleados están en el puesto a tiempo, excepto David, el aún no ha llegado “Se le va a caer el pelo” se dice para sus adentros. Lanza su maletín (el cual solo contiene hojas en blanco y una pluma) dentro del sofá que tiene en su despacho y corre a la cafetería a tomar café con su gran amigo Andrés. Gracias a Andrés consiguió tan buen puesto de trabajo. Hay días en los que no sabe porque sigue trabajando ni por que le pagan tanto por leer correos y el marca, aunque bueno, a veces tiene que ajustar los tornillos algún subalterno, pero eso es algo que él domina sin problemas.
Mientras toma café con Andrés este le propone un nuevo proyecto para una entidad financiera, si decide abordarlo y consigue entregarlo en la fecha acordada le reportará un beneficio de un dos por ciento del precio del contrato firmado, y lo firmado es muy jugoso. Rápidamente hace sus cálculos mentales y siente una ligera presión en su entrepierna al darse cuenta de lo realmente jugoso que sería su beneficio (por fin podrá cambiar su mierrrda de Audi por ese Mercedes CLK XXL que tanto le gusta, e incluso la entrada para el apartamento en la playa que le prometió a su mujer florero).
Decide aceptar, y brinda con un pacharán junto a su amigo Andrés, que casualmente es el sobrino del director de finanzas de la empresa. Vuelve a pensar en la gran suerte que ha tenido de conocerle desde el instituto, si no, no se explicaría como por no hacer nada podría ganar tanto dinero por tan poco trabajo, asi que sonríe bobaliconamente y se bebe de un trago el chupito de pacharán.
Tras todo esto vuelve a su sitio contento y satisfecho, el duro día de “trabajo” está cundiendo y ya son las diez de la mañana. Al pasar ve a David, el cual está ya en su sitio programando enfrascado en un código que “joder” parecen letras alienigenas, asi que con disimulo se acerca y le da un golpe en el hombro. David se gira y él le dice “Acompáñame por favor”, y sin más se da la vuelta y camina hacia un despacho libre. Adora esa sensación, mandar y que obedezcan, vuelve a sentir una ligera presión en la zona púbica. Una vez dentro del despacho le da “un toque a David” por su retraso de esta mañana, recordandole la urgencia e importancia de entregar esta semana la primera fase del proyecto. David alega que ayer salió a las once de la noche de trabajar y que por eso hoy se ha retrasado un poco. Esto le irrita más, ¿Cómo puede replicar nada David?, encima que le pagan, además es su trabajo, su responsabilidad, si tiene que quedarse se queda y punto, los proyectos tienen que entregarse en tiempo y listo, no hay más, si no cómo va a cobrar el sus primas e incentivos. Asi pues, reprime aún más a David, haciéndole parecer un inútil, y recordandole que está en la cuerda floja.
Aun así, justo en ese momento tiene una idea genial; recuerda el nuevo proyecto que le dijo Andrés por la mañana y se da cuenta de que necesita en ese proyecto alguien del mismo perfil que David, su mente trabaja rápido y se da cuenta de que en vez de contratar a alguien con ese perfil podría presionar y exprimir un poco más a David, meterle en el nuevo proyecto y ahorrarse un sueldo. Seria perfecto, sus beneficios aumentarían y ya tendría para la entrada al chalet de la playa, y total…David siempre está dispuesto a currar unas cuantas horas extra y no exige mucho a cambio, de hecho ni se queja “el pobre está tan acobardado por perder su empleo que ni protesta” piensa sonriendo para sus adentros. Aprovecha el momento y se lo cuenta a David, el cual parece molesto, y tras unos intercambios de opiniones, acepta a regañadientes, pero acepta que es lo que importa; a partir de la semana que viene trabajara en dos proyectos (probablemente haciendo él solo el trabajo de tres o cuatro personas).
Vuelve a su despacho y llama a Andrés para contarle su gran jugada, ambos comienzan a lanzarse halagos por su gran gestión y habilidades profesionales, durante mas de dos horas mantienen una agradable charleta de autocomplacencia, en la cual con cada halago el vuelve a sentir un cosquilleo en su zona íntima.
Aún falta media hora para salir pero está tan eufórico que decide irse ya, antes de marcharse recuerda a todos sus empleados que hay arrimar el codo, hacer un esfuerzo y les miente diciendo que algún día se les compensara, pero que todos tenemos que remar en el mismo sentido y que la empresa lo necesita ya que es muy importante y los clientes están a la espera de resultados. El personal aún molesto asiente en señal de que asumen quedarse unas horitas más, y mientras él vuelve a su casa y se prepara para ir a celebrar su nuevo acuerdo en un caro club de alterne con Andrés (Adora ese club, las zorritas que tienen allí le hacen cosas que ya quisiera su mujer), el resto del personal del proyecto se mantiene en su puesto de trabajo hasta altas horas de la madrugada, rezando por que todo quede perfecto y al día siguiente no les den “otro toque”, rezando para poder conversar su trabajo de sesenta horas semanales y mal pagado.
Ya por la noche, cuando él está disfrutando de la velada con su cara acompañante que parece una modelo sueca, suspira y piensa en lo buena que es la vida y que si sus empleados curasen igual de bien y duro que él no tendrían que quedarse tanto. Cierra los ojos y se repite eso de que la vida es bella “
PD. En el siguiente Post os cuento la historia de David; El Gorrilla de la Informática
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