Hace ya tiempo recibí este aporte de uno de los lectores de este blog, en el Benjamín Bruno escribía lo siguiente;
“Corrupción, una de las palabras más escuchadas en cualquier medio de comunicación de este país en los últimos tiempos: Mengano tenía una empresa “off-shore” radicada en Panamá que le permitía no tributar chorrocientos millones de euros, Fulano ocultaba tropecientos más en una cuenta en Suiza y Zutano guardaba en bolsas de basura, cual estampitas de la Virgen, fajos de billetes de quinientos euros que, a veces, usaba para equilibrar la mesa camilla del salón que le cojeaba un poco y hacía que se le derramara el té. Y es entonces cuando nos rasgamos las vestiduras antes de pedir la restauración de la guillotina como medio efectivo de hacer limpieza…
¿De qué nos sorprendemos? Nuestra clase dirigente es heredera directa de la sociedad que la crea. Quitando de colegios elitistas, los clubs de golf y internados exclusivos, y estas cosas las da un poderoso caballero, los políticos son como tú y yo; por más que lo deseemos, no son una raza aparte ni vienen de otro planeta. No son pocos son aquellos que, si pueden, se ahorran unos euros no pagando el IVA de una factura; los que, en la medida de sus posibilidades y conocimiento, hacen ingeniera fiscal para no tener que pagar un dinero en la declaración de la Renta; los que colocan a un amiguete en detrimento de una persona más cualificada… y así, los ejemplos de la picaresca española crecen exponencialmente hacia el infinito. Algunos lo hacen asfixiados por unos impuestos opresivos, por un mercado laboral esclavista y una clase dirigente ciega y sorda hacia los problemas de los que están debajo y les sostienen. Pero otros lo hacen por vicio, por ser más listos que nadie y ya no digo nada de lo que pasaría si no existiera el Imperio de la Ley y el miedo al castigo.
Así pues, antes de pedir que rueden las cabezas, hagamos un poco de autocrítica. Yo antes que nadie, pues no puedo lanzar la primera piedra. Es cierto, nos han robado, nos han estafado y lo siguen haciendo a manos llenas. Algunos, incluso, mientras se ríen de nosotros. ¿Pero cuanta gente no haría lo mismo si llegara a la misma posición? Si caemos en la trampa del “y yo más” no se va a solucionar nada, enquistaremos la situación y la haremos endémica, si no lo es ya. Cuando dejemos de glorificar y alabar la picaresca del día a día, los corruptos y estafadores recordarán el significado de una palabra que hace mucho tiempo olvidaron: vergüenza.
Seamos honrados, seamos justos; demos ejemplo a nuestros hijos y, aunque nosotros no lo veremos, tal vez ellos, o sus hijos, o sus nietos tengan una generación de políticos de los que puedan estar orgullosos. Una clase dirigente que deje de mirar por sus intereses y el de sus amigos y comience a trabajar por la gente de la calle y sus problemas. Unos políticos a los que, en caso de fallar, se les caiga la cara de vergüenza y sean capaces de hacer algo que hoy por hoy no hace nadie: dimitir. Que sean, en fin, ni más ni menos que unos buenos estadistas.
No hagamos esto por otra razón más que porque es lo justo, lo que hay que hacer.
Parafraseando a un conocido líder diré: “preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país”. No esperemos a que nuestros gobernantes cambien, cambiemos nosotros y, desde abajo, el cambio irá extendiéndose. Ni tú ni yo lo veremos ni lo disfrutaremos, es cierto, pero recuerda que no lo hacemos por eso; no buscamos el beneficio personal, buscamos el beneficio general. Ese es, precisamente, el “quid” de la cuestión.
Podéis decir que soy un soñador pero, espero, no ser el único. Confío en que tarde o temprano llegará ese día.”
Hasta aquí fue lo que Benjamin me dijo que le interesaría publicar y que difundiese en esta web. Otras veces he escrito artículos con colaboraciones parecidas de alguno de los seguidores de esta página, pero en este caso es distinto, ya que no comparto del todo la opinión de lo que narra aquí Benjamin Bruno.
Lo primero que quiero dejar claro es que el que defrauda millones de euros y el que defrauda cientos esta de mal, ambos roban, pero yo soy de los que piensa que si tenemos una pequeña gotera en el techo y una cañería rota brotando agua a borbotones, antes hay que tapar la cañería rota y después la gotera. Por supuesta las dos cosas deben ser arregladas, pero una tiene más importancia que otra y hace que salga más agua y que el destrozo sea mayor. Mas aun cuando las cañerías rotas son muuuuchas mas que las goteras; Las grandes fortunas acumulan el 71% de fraude. Por el contrario a lo que Benjamin Burno indica yo creo que hay que diferenciar entre quien no cobra el iva al poner un grifo por ejemplo el típico fontanero que nos arregla cualquier desperfecto y nos cobra sin IVA, y el multimillonario que tiene cientos de millones ya en su cuenta bancaria y aun así defrauda otros cientos tantos, o se acoge al modo SICAV, o evade impuestos, o blanquea dinero, o malversa, o especula, o tiene una sociedad offshore, o tiene cuenta en suiza, o todo a la vez.
Hay autónomos, fontaneros, electricistas que hacen facturas en B o sin IVA, suele ser gente autónoma, o currantes que al fin de mes les cuesta llegar, y realmente lo hacen para poder subsistir con un mínimo de dignidad, tener una casa, pagar los libros a sus hijos para estudiar, tener un plato en la mesa todos los días y cubrir necesidades básicas. En cambio, el empresario que defrauda no lo hace por que necesite cosas básicas para vivir, en realidad ya es multimillonario y tiene de todo, y defrauda por puro vicio, por tener más, por avaricia. Por tanto desde mi punto de vista diferencio quien hace un trapicheo para malvivir al final del mes, y quien lo hace a lo grande defraudando muchísimo más dinero y lo hace por pura avaricia.
Ambos casos deberían estar penados, perseguidos y sancionados, pero aquí reside la diferencia en mi pensamiento respecto al de Bruno; primero hay que ir a por los gordos, los que más defraudan, los que ya de por si son millonarios y que aunque pagen todo lo que roban o defrauda no iban a pasar hambre a final de mes. No es lo mismo defraudar cientos de millones de euros, que dos euros al poner un grifo nuevo en la bañera. Hay que perseguirlo y acabar con ello, pero hay que empezar por arriba, y no por abajo. El problema del fraude fiscal es que la gran mayoría de este fraude (por mayoría entendemos cuantía económica) lo producen las grandes fortunas y empresas, y son las mismas que controlan gobiernos y medios y nos dicen “no no, si la culpa es del electricista que no cobra el iva, por eso va mal el país,esa economía sumergida es la que lo jode todo, por que vosotros sois igual de chorizos que nosotros, veis todos somos iguales” y no, no todos somos iguales, de hecho vivimos en una sociedad sumamente desigual, y no, no me trago el cuento que nos vierten en los oídos multinacionales y gente poderosa que hace lo que quiere y roba a manos a llenas de las arcas, de nuestros impuestos y que encima se rían de nosotros y nos digan que somos iguales, que robamos igual y que la culpa de que el país vaya mal es nuestra, que saqueen el país, lo vendan a trozos y que la culpa sea del currante que para llegar a fin de mes hace un par de facturas sin iva. No lo acepto bajo ningún concepto.
Realmente lo que deberíamos preguntarnos, es como de jodida estará la cosa para que un currante tenga que hacer ese trapicheo para poder ganar algo mas y subsistir con unos mínimos, lo mal que lo debe estar pasando, y al mismo tiempo reflexionar por que alguien que ya es multimillonario sigue robando y protegido por medios y gobiernos y continúan impunes. No creo que si como dice Bruno empezásemos a cambiar y dar ejemplo desde las clases mas bajas eso sirviese para nada, al contrario se despoyarian aun mas de nosotros desde sus yates y despachos.
En cuanto a la mentalidad general sobre este tema, del “tu también lo harías si pudieses” no estoy de acuerdo tampoco. El tema es la educación, la cultura, la historia e idiosincrasia de un país, y para cambiar el modo de ver todo esto hay que empezar por cambiar nuestra chovinismo chabacano, nuestra educación, tener espíritu critico y el modo de ver la sociedad. Creo que en esto, como en muchas cosas los que tienen que dar ejemplo son los de arriba, la gente que tiene cargos importante, con poder, con influencias, que dicta leyes, que gobierna y maneja, y también creo que gente de abajo, mucho mas humilde tiene mucha más decencia que todos ellos. Siempre habrá casos y casos, en este mundo hay de todo, gente de arriba buena y mala, y gente de abajo igual de buena y mala. Lo único que yo no los meto en el mismo saco ya que es un agravio comparativo decir que es igual de malo el empresario que tiene millones de euros y roba, que el currela que gana ochocientos euros al mes para malvivir y hace un trapicheo, y sobre todo es injusto y grotescamente obsceno decir que son los de abajo, los oprimidos y pisoteados aquellos que tienen que empezar a dar ejemplo a los delincuentes de guante blanco que viven en mansiones y les importa una mierda todo salvo su cuenta bancaria.
PD. Gracias por la colaboración Benjamin Bruno!
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